Por Andrea Magaldi
Facilitadora en Diagonal Asociación Civil
Hace algunos años mi vida laboral iba por carriles totalmente diferentes. Venía recorriendo un camino veloz, una autopista que me tenía en el aire.
Trabajaba como HRBP en una empresa multinacional. Dedicaba muchas horas, mucha cabeza, mucha energía, mucha vida.
Por un buen tiempo lo disfruté: Me encantaba la vida corporativa, las reuniones, los eventos, las plenarias… me sentía importante, valorada, imprescindible.
Mi carrera estaba en claro ascenso. La empresa daba espacio para crecer… siempre que quisieras dar las batallas…
Pero de a poco el disfrute se fue transformando en presión. El tiempo no era nunca suficiente, la propuesta siempre podía estar mejor y la frase constante de “no somos una ONG” comenzó a afectarme. ¿La Empresa había cambiado? NO, la que había cambiado era yo.
El precio más caro que estaba pagando era el de no ser dueña de mi tiempo, el sentir que cumplía con el objetivo de otro, no los míos, y esa transacción ya no me cerraba.
En pleno proceso de cambio, de miedo e incertidumbre, me acordé de una persona a la que valoraba mucho en la compañía y le pedí un encuentro… primera clave para emprender: Saber pedir ayuda cuando la necesitamos… Y así fue que esta maravillosa reunión de mentoreo me ayudó a ver un panorama que no habría logrado reconocer de otra manera.
Para mi emprender es movimiento. Es decidir un viaje. Es proponerse una aventura, donde las ganas sobran, pero también los temores y las inseguridades... pero ¿acaso la seguridad existe?
Me animé a soltar amarras, a navegar aguas adentro. A veces en mares tranquilos y otras veces capeando tormentas.
Emprender en Argentina es más bien un acto de valentía, es un canto a la libertad y a la creatividad sin límites. Hoy para mí es la única manera que encuentro para expandir mi potencial creador.
¡Sí somos una ONG! Encontrar un mentor, una guía, una inspiración fue clave en mi recorrido. Un foco que ilumina para poder ver los caminos, y eso es Diagonal.
Diagonal Asociación Civil es red, que algunas veces ataja, y que otras veces envuelve y abriga. Es un nido cálido, como una incubadora de sueños, que acompaña para desarrollarnos, pasar a la acción, y nos impulsa para volar.
No importan los motivos que nos llevan a emprender, lo que importa es abrazarlo fuerte.
¿Miedos? ¡Sí, espanto fantasmas de mi mente casi todos los días! Las estadísticas dicen que solo el 20% de los emprendedores logran atravesar con éxito los primeros 2 años de su negocio, ¿cómo no me va a dar miedo esa estadística?
Hace 4 años que mi barco navega, y sigo a flote. Algunas veces, cuando el solcito me da en la cara y el cielo despejado me deja ver el horizonte, me acuerdo de mi jefe que frustrado repetía ¡no somos una ONG! Y agradezco las veces que Diagonal fue faro en mi reinvención laboral.
En esta realidad en constante cambio, es fácil sentirse abrumado por las incertidumbres del futuro laboral, pero en Diagonal, vemos estos retos como oportunidades de crecimiento y reinvención.
Inspire Inclusion nos anima a reconocer las perspectivas y contribuciones únicas de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluidas las de comunidades marginadas. Nos insta a trabajar en medidas para derribar barreras, para desafiar los estereotipos y crear entornos donde todas las mujeres sean valoradas y respetadas.
“No todo depende de mí, pero todo lo que de mí depende, ¿lo estoy haciendo?”. Esta es una frase con la que trabajamos mucho desde Diagonal. ¿Qué hay detrás de ella? La búsqueda de un equilibrio entre la actitud de culpa-habilidad y de responsabilidad.