Por Milagros Abud
Coordinadora General en Diagonal Asociación Civil
“No todo depende de mí, pero todo lo que de mí depende, ¿lo estoy haciendo?”. Esta es una frase con la que trabajamos mucho desde Diagonal. ¿Qué hay detrás de ella? La búsqueda de un equilibrio entre la actitud de culpa-habilidad y de responsabilidad.
La culpa-habilidad es la habilidad que tenemos para echarle la culpa de lo que nos pasa a todo lo que nos rodea, (el contexto, la situación del país, nuestro entorno), e inclusive a nosotros mismos.
El gran peligro de la culpa-habilidad es que nos lleva a buscar “el origen de nuestro mal” en un factor que es ajeno a nuestra posibilidad de injerencia y ello nos lleva a perpetuarnos en la queja, en un lugar en el que solo contactamos con la impotencia y la rigidez en nuestra perspectiva. Es cierto que hay situaciones que nos exceden, que no dependen de nosotros, que no podemos modificar. También lo que pasa a nuestro alrededor nos afecta, nos condiciona, y muchas veces nos despierta emociones que nos paralizan, nos desbordan y nos sacan de foco. Pero es aquí donde comienza el terreno de la responsabilidad.
Cuando hablamos de responsabilidad, no lo hacemos en sentido moral, sino que la entendemos como la “capacidad de responder” a lo que nos pasa (como individuos y como sociedad).
Hay muchas maneras de responder (no todas están sujetas a nuestra voluntad, ni son las más pertinentes o beneficiosas). Muchas veces lo hacemos “como nos sale”, desde lo más inconsciente de nuestro ser, otras con un esfuerzo enorme, pero en todos los casos podemos poner nuestra atención en cómo está siendo esa respuesta y preguntarnos: “¿Cómo nos está afectando esta manera de responder a lo que nos toca vivir?”, “¿Nos ayuda a conectarnos con nuestra potencialidad o nos aleja de ella?”, “¿Qué estamos necesitando?”, “¿Podemos transitar y superar esto solos/as o necesitamos levantar la mano para pedir ayuda, buscar redes, ampliar la mirada para lograr una transformación?”. Estos cuestionamientos están guiados por lo que llamamos “autobservación”, la precondición para conectarnos con la posibilidad de un cambio interno que nos posicione distinto ante la adversidad, la complejidad y los desafíos que se nos plantean a nivel personal, laboral y como sociedad.
Entonces, volviendo a la frase del inicio de este artículo, te invitamos a que pongas la mirada en lo que sí depende de vos y a plantear una transformación desde ahí.
En Diagonal Asociación Civil, desde hace más de 20 años que trabajamos en “brindar respuestas”, desde nuestro lugar, ante las situaciones de incertidumbre, complejidad y desafío que plantea el mundo de la empleabilidad para las personas mayores de 45 años, por los prejuicios y estereotipos que existen en torno a la edad (edadismo). “No todo depende de nosotros, pero todo lo que de nosotros depende para transformar el paradigma edadista lo hacemos de cara a las empresas y a la población +45”.
Guiamos a las organizaciones en la “autobservación” de los prejuicios que las condicionan al momento de apostar al talento multigeneracional y en la adquisición de herramientas para gestionar estratégicamente la diversidad etaria. ¿Cómo los afecta su respuesta edadista en la conformación y/o integración de sus equipos? Los priva de los beneficios que brinda un equipo multigeneracional (eficientemente gestionado). A saber: mayor creatividad, cohesividad, mejores respuestas ante distintos problemas, mayor a acceso a distintos segmentos del mercado, mejor reputación como marca empleadora, entre otros. A su vez, buscamos que en las empresas tomen conciencia que toda respuesta “edadista” que damos en el mundo laboral, desde nuestro lugar de injerencia, es un perjuicio que atenta contra todas las personas, inclusive contra nosotros mismos. ¿Por qué? Porque el edadismo es la unica forma de discriminación que en algún momento nos afectará a todos/as. Comprobémoslo con un simple ejemplo: Si yo sólo impulso la contratación de “jóvenes profesionales” el día en que deje de ser “joven” quedaré también excluido/a de oportunidades de desarrollo profesional (en mi empresa o en la que quiera reinsertarme).
De cara a las personas +45 que quieren reinventarse laboralmente las acompañamos a través de distintos programas, a que puedan conectarse con su potencialidad para aprender, repensarse, actualizarse y adquirir mayores herramientas a nivel emocional y técnico para su empleabilidad.
Desde Diagonal, buscamos fomentar la conexión con la actitud “responsable” que todos/as podemos tener desde nuestro lugar de injerencia para impulsar el propio desarrollo laboral y el de otras personas, poniendo el foco en lo esencial: el talento. ¿Contamos con vos?
En esta realidad en constante cambio, es fácil sentirse abrumado por las incertidumbres del futuro laboral, pero en Diagonal, vemos estos retos como oportunidades de crecimiento y reinvención.
Emprender en Argentina es más bien un acto de valentía, es un canto a la libertad y a la creatividad sin límites. Hoy para mí es la única manera que encuentro para expandir mi potencial creador.
Inspire Inclusion nos anima a reconocer las perspectivas y contribuciones únicas de las mujeres en todos los ámbitos de la vida, incluidas las de comunidades marginadas. Nos insta a trabajar en medidas para derribar barreras, para desafiar los estereotipos y crear entornos donde todas las mujeres sean valoradas y respetadas.